(Artículo extraído de Lifeder.com)
Hoy en día, el acoso escolar es un problema que está acaparando la atención de las instituciones educativas, así como la de los medios de comunicación y la sociedad en general por los numerosos casos de suicidio que está provocando en menores y el incremento de casos en colegios e institutos.
La homofobia ha formado parte de nuestra sociedad desde hace siglos. Actualmente en las escuelas nos podemos encontrar con este sentimiento de rechazo hacia las personas homosexuales desde los niveles iniciales hasta los de educación superior, constituyéndose en nuestros días en una preocupación social.
Este sentimiento de rechazo ha desencadenado lo que hoy se conoce como bullying homofóbico, a continuación hablaremos en detalle de este fenómeno que está presente hoy más que nunca en el ámbito educativo.
Definición
El bullying se puede definir según Winkler (2005) “como cualquier tipo de maltrato físico o verbal, realizado con la intención de hacer daño, donde hay un desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima”. En multitud de ocasiones lo realiza un niño de más edad o más grande físicamente a otro más pequeño.
La persona que practica bullying homofóbico suele intentar afirmarse a través de ocasionar daño a la otra persona, en este caso a la víctima en su propia sexualidad. La expresión de esta agresión implica el deseo de destruir parcialmente al otro, eliminando todo tipo de compasión y limites. En estos casos el abuso que realiza el agresor va encaminado a atacar a la víctima por su orientación sexual (De la Fuente Rocha, 2014).
Los iguales, es decir sus compañeros/as, suelen ser conscientes de esta situación y aún así permiten que suceda. Algunas veces, se suele dar a espaldas de algún adulto que lo desconoce completamente o que incluso minimiza la acción y la ignora.
Todos estos agentes están colaborando con los agresores y fomentando la acción por omisión de actuación. (Platero y Ceto, 2007). Por ello, es importante concienciar a la comunidad educativa y al entorno de los jóvenes como veremos posteriormente.
Algunos datos
El acoso o violencia escolar es un problema que afecta al 20% de los alumnos en las aulas. El bullying es un fenómeno grupal donde la violencia entre escolares es provocado por las malas relaciones y tiene su máximo auge durante la adolescencia.
Este tipo de maltrato se encuentra favorecido por la homofobia, de hecho, gran parte de los alumnos de orientación homosexual sufren con frecuencia los hostigamientos de sus compañeros (informe de la asociación FGLBT, 2012).
A pesar de que se han realizado pocos estudios, existen datos aproximados sobre el bullying que sucede ligado a la homofobia y al sexismo.
Según el Informe que se presentó en el Parlamento Europeo en el año 2006 se muestran datos alarmantes pues en las personas que participaron en este estudio, unos 700 jóvenes lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de 37 países diferentes afrontan un 61,2% de discriminación en la escuela. Un 51,2% lo hace en la vida familiar mientras que un 29,8% lo afronta en su círculo de amistades (Méndez, 2015).
De otro estudio que se realizó en Madrid y Gran Canaria (España) en el año 2007, sobre las actitudes ante la diversidad sexual de la población adolescente, se pudo concluir que a pesar de la tolerancia y aceptación de las personas que se entrevistaron, un tercio de los jóvenes sigue manteniendo actitudes homófobas.
También se concluyó que, los estudiantes inmigrantes socializados en países de origen menos tolerantes, contribuyen a estas actitudes homófobas (Méndez, 2015).
Como podemos comprobar, el sentimiento de rechazo hacia personas que no son heterosexuales está más presente que nunca en la sociedad actual. Son muchas las personas que reciben este trato no sólo en el ámbito educativo sino en su día a día en general aunque su auge o máxima plenitud ocurre en la adolescencia.
Causas del bullying homofóbico
Durante la historia de la humanidad, han prevalecido y destacado diferentes formas de entender nuestro cuerpo así como el sexo y la sexualidad. Este concepto se ha ido transformando hasta nuestros días prevaleciendo así a la heterosexualidad frente a la homosexualidad.
Al igual que con la homosexualidad, la homofobia a lo largo de la historia ha ido cogiendo fuerza pues ha sido fomentada tanto por mitos como por costumbres que han sido transmitidas en la propia cultura y por los principales agentes socializadores, la familia y la escuela reforzadas a su vez por los medios de comunicación.
La escuela como señala Kellough, citado en Morales (2007) “ al ser una institución de reproducción de la cultura por excelencia tiene un papel importante en la construcción de los valores de tolerancia y respeto, pero también precisamente por su papel socializador, tiene a reproducir estereotipos y estigmas frente a aquellos considerados diferentes, como es el caso de los jóvenes con preferencia sexual distinta a la heterosexual”.
Por lo que, las instituciones educativas reproducen los valores sociales imperantes tradicionales que como se ha señalado en cuanto a la sexualidad en general y las sexualidades en particular, considera a toda expresión diferente de la heterosexual como desviada y anormal.
De todo lo anterior se puede concluir que la principal causa del bullying homofóbico se encuentra en la forma en que la sociedad interpreta a la heterosexualidad como la única forma aceptada de sexualidad, y a todas las manifestaciones sexuales diferentes a ésta como algo no permitido.
Factores sociales que lo promueven
Los factores que promueven el bullying homofóbico son los siguientes:
- Estereotipos de género. Son tareas que la sociedad y la cultura les suelen asignar a las mujeres y varones por el hecho de ser de ese sexo.
- Los prejuicios son ser opiniones que se elaboran antes de juzgar las evidencias. Si una persona afirma que los homosexuales son perversos y promiscuos, sin conocimiento sobre el tema, estará incurriendo en un prejuicio y reproduciendo un estereotipo.
- Discriminación y homofobia. La discriminación por orientación sexual según Lara y Ochoa (2007) se entiende como “la condición de exclusión que, basada en ideas, mitos y desinformación sobre las opciones sexuales distintas a la heterosexualidad, coloca a las personas en situación de vulnerabilidad”.
- Mientras que la discriminación se puede definir según Rodríguez Zepeda, citado por Morales (2007) como “una conducta fundada, y sistemática y socialmente extendida, de desprecio contra una persona o grupo de personas sobre la base de un prejuicio negativo… relacionado con una desventaja inmerecida, y que tiene por efecto dañar sus derechos y libertades fundamentales.
Elementos del bullying homofóbico
Algunos elementos que diferencian a este tipo de bullying de las otras formas de acoso que existen son según Molinuevo (2007):
- Su invisibilidad en la educación formal en el sistema educativo.
- La falta de apoyo unido al rechazo familiar que pueden tener estas personas.
- El posible contagio del estigma no solo para estas personas sino además para quienes las apoyan.
- La normalización de la homofobia es desencadenante de que se interiorice como algo negativo.
Además de los anteriores, también podemos encontrar otros elementos importantes comunes con otros tipos de violencia de género hacia las mujeres o el acoso laboral.
Normalmente, este tipo de violencia suelen ejercerse desde personas que se sienten con mucho poder o superiores a sus víctimas, las cuales no suelen tener posibilidad de defenderse.
Unido a lo anterior, este tipo de violencia se caracteriza por tener un entorno silencioso, es decir las personas que rodean a la víctima no suelen delatar al agresor o agresores.
¿Cómo se puede intervenir ante el bullying homofóbico?
Para poder intervenir ante el bullying homofóbico es importante que se aborde la educación sexual tanto en casa como en la escuela incidiendo en tres aspectos: contenidos, actitudes y habilidades.
Se puede pensar que con esto sería suficiente, sin embargo, no es así pues ya se ha visto con otros temas importantes como las infecciones de transmisión sexual, donde las charlas informativas en los colegios no sirve.
Por ello, aunque es vital que se ofrezca información sobre la homosexualidad, el lesbianismo y la transexualidad como posibles formas de orientación sexual o de identidad de género. También es importante que se hagan con el fin de cambiar las actitudes negativas que se puedan tener ante estos colectivos (Méndez, 2015).
En las escuelas, no encontramos información o referencias a la sexualidad. Normalmente no se habla de lesbianismo, homosexualidad, bisexualidad ni transexualidad.
Esto podría hacer que se pensara que es un tema del que no se puede hablar es decir, un tema tabú desencadenando así pensamientos negativos y por ende que los valores heterosexuales son los dominantes. Por lo que desde las escuelas sin ser conscientes, se está contribuyendo a mantener la discriminación que permite este tipo de acoso escolar (Mendez, 2015).
Si se quiere desde las escuelas reducir el bullying homofóbico, se debería de abordar de una forma real, con políticas activas que introduzcan una educación sexual diversa en el currículum, donde todo el mundo independientemente de su identidad de género y orientación sexual esté reflejado.
Algunas razones para trabajar en esa dirección son las siguientes:
- En la sociedad en general, existe una desinformación en temas de género y orientación sexual y la sexualidad. Por ello, pueden generar mitos, prejuicios e ideas erróneas.
- En multitud de ocasiones, nos podemos encontrar en los centros actitudes que no son positivas hacia la diversidad tanto del alumnado como del profesorado.
- Desde la escuela, se deben luchar por cambiar el sentimiento negativo que existe hacia las personas homosexuales, bisexuales, transexuales… Por ello, se deben de promover valores positivos hacia estos colectivos así como igualitarios y de libertad para desencadenar una convivencia sin acoso o problemas derivados de éste.
- Señalar que desde la escuela, uno de los principales agentes de socialización se debe impulsar un pensamiento tolerante que fomente valores positivos hacia la diversidad de género con el fin de reducir este tipo de acciones negativas.
Por último, tenemos que decir que no solo la escuela debería de ser encargada de luchar contra este tipo de acoso escolar, sino que la familia también tiene un papel activo y somos responsables como padres y madres.
Hablar en casa con los jóvenes desde que son pequeños es uno de los primeros pasos para contribuir a una sociedad más tolerante y así como transmitir valores de respeto hacia este y otros colectivos.
Conclusión
La sociedad tiene una responsabilidad contra el acoso escolar y el bullying homofóbico. Debemos reflexionar con nosotros/as mismos/as sobre cómo actuamos y qué solemos decir ante la sexualidad para así analizar si nosotros inconscientemente también estamos colaborando en actitudes homofóbicas.
Por otro lado, los jóvenes se encuentran en una sociedad con mucha información gracias a las nuevas tecnologías, pero aún no tienen la capacidad de ser críticos con éstas y tampoco saben a quién pedir ayuda ya que desde las escuelas no están recibiendo una educación sexual, tema que en casa tampoco van a abordar por el miedo o vergüenza que se siente.
Por lo que nos encontramos que los jóvenes siguen teniendo los problemas que han tenido siempre, no saben a quién acudir para saber más sobre algún tema en concreto en un mundo lleno de referencias a la sexualidad, al consumo y al sexo.
Como profesionales educativos y familiares somos responsables de dar la información necesaria a los jóvenes facilitándole habilidades y recursos para que se puedan enfrentar al acoso escolar y al bullying homofóbico con el fin de reducirlo o paliarlo.
Deje su comentario